domingo, 24 de mayo de 2009

Sobre Sócrates y el areté


Todo conocimiento implica una habilidad, un dominio. Aquel que desempeña una actividad humana con un cierto grado elevado de habilidad se dice que esa persona sabe lo que hace. Por ejemplo: Jimi Hendrix era alguien que dominaba la guitarra, se le consideraba un virtuoso de la guitarra. ¿Qué quiere decir que era un virtuoso de la guitarra? Lo que significa es que sabía cómo tocar la guitarra, que para él no había ninguna dificultad sobre la guitarra que se le resistiera, en definitiva, que podía hacer lo que quisiera con ella. Por tanto, Jimi Hendrix sabía lo que se hacía cuando tocaba la guitarra. Pues bien este saber en qué consiste algo significa que conoces sus límites, ¿Cómo se conocen los límites? De entrada, los limites no son algo que te lo dicen y ya está, se cuales son los limites de algo, sino que te has de enfrentar a ellos. ¿Cómo? Experimentándolos.
Sócrates se preguntaba si había algo así como una habilidad propia en esto del vivir- si podíamos reconocer una virtud (en griego arete) de la existencia humana. Este saber vivir del que hablaba Sócrates también implicaba un dominio- saber que es posible en cada caso y saber hacerlo del mismo modo que hay quien sabe tocar la guitarra y hay quien no, hay quien sabe vivir y hay quién no. ¿Cabe poseer un dominio de la vida? De entrada, solemos decir que quien sabe vivir es feliz. Únicamente un virtuoso de la vida, una persona hábil en esto del vivir, podrá estar satisfecho de la vida y, por tanto, alcanzar la felicidad. La felicidad, por tanto, depende de lo que uno es capaz de hacer con la vida que le ha tocado vivir. Pues bien, la cuestión socrática-la cuestión del filósofo- es la cuestión del saber propio de la vida feliz. Pero, ¿Qué saber ofrece una explicación de este saber vivir felizmente? Para Sócrates, el saber propio de quien sabe vivir, no es un saber que pudiera concretarse con una serie de instrucciones sino con un no-saber, es decir, un saber que reconoce una esencial falta de saber y que por ello, nos lleva a la búsqueda interminable de lo último, de lo que sostiene todo cuanto existe para el hombre, el que algo sea justo,bueno,etc. Solo a partir del pensamiento socrático, podemos entender que saber vivir, felicidad, dominio de sí, libertad son diferentes caras de la misma moneda. ¿Cómo? Pues bien, quien sabe vivir es feliz y uno es feliz porque ninguna situación le puede. Decir que ninguna situación le puede es lo mismo es lo mismo que decir que de algún modo está por encima, que es capaz de tener dominio de si, en definitiva, que tiene una libertad interior. ¿Qué quiere decir esta libertad interior? La libertad interior según Sócrates, es la aceptación de una esencial ignorancia, esta es, la indudable finitud del hombre.
En resumen y para concluir, Sócrates- y cualquiera que se haga llamar filosofo- considera que quien sabe vivir, quien sabe en qué consiste la vida en su plenitud, es feliz y alguien puede ser feliz porque ninguna cosa le supera, es decir, que es capaz de tener dominio de la vida, una libertad interior y esta libertad interior es una aceptación de la ignorancia y esto lleva a la continua búsqueda de algo, de lo último y esta búsqueda de lo último es la base de la felicidad del hombre. Por último, cabe tener en cuenta que la felicidad de Sócrates debe ser entendida como la felicidad que tiene un ajusticiado, es decir, la de quien se enfrenta sin temor a su propia muerte

2 comentarios:

  1. Bueno, a partir de ahora actualizare el blog con diferente redacciones que ire haciendo a medida que estudio, de filo. No son perfectas pero opino que reflejan bastante bien las principales ideas del autor.

    Con esto, os invito junto a mi, a filosofar un rato sobre los grandes autores de la filo.

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  2. Nos ayudarías un rato con una redacción sobre Nietzsche o por ahí, a los griegos ya los domino suficiente...
    Por cierto, buena entrada, un tio sabio Sócrates.

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